martes, 7 de agosto de 2007

El tiempo y la vida humana.

El tiempo reviste varios significados para la experiencia humana que lo identifica con diversos nombres, tiempo de trabajo, de ocio, de aprendizaje, etc., reflejo de su percepción subjetiva y diferencial.
El tiempo humano es uno y limitado, pero la sociedad califica cada forma de vivirlo de maneras diferentes (ocio, trabajo, descanso), construcciones sociales de una dimensión única.
Las divisiones "naturales" del tiempo serían aquellas basadas en los ciclos planetarios; el día, el año natural, las estaciones.
A medida que la sociedad prescinde en su organización y funciones de los ciclos naturales, la distribución del tiempo se convierte en un producto social basado en los valores predominantes en cada momento histórico.
En la antigüedad, no existía el concepto de tiempo libre frente al tiempo de trabajo, porque el uso del tiempo se englobaba en el status de cada clase social; por ejemplo, los guerreros luchaban y todos ellos disponían de distracciones, pero no existía segmentación en los tiempos, llenado por cada clase social según las definiciones de su status.
En Grecia el ocio tiene un significado formativo y de mejora de la persona, mientras que en Roma el ocio se opone al negocio y constituye una forma de recuperar energías para trabajar mejor.
En la Edad Media el ocio de las masas está orientado por la Iglesia que regula las fiestas.
En el Renacimiento con las ideas humanas de dominio de la naturaleza por el hombre, aparecen nuevos valores religiosos, especialmente en el protestantismo, que valora el trabajo y considera el tiempo libre como una pérdida de tiempo, falta de virtud, vicio.

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