martes, 7 de agosto de 2007

El ocio y el trabajo

Los análisis existentes relacionan actividades del ocio con tipo de trabajo desempeñado, consolidando la relación trabajo-tiempo libre.
Básicamente existen dos posturas: la integradora o de congruencias entre el trabajo y las actividades del ocio y la segregadora o de oposición entre actividades del ocio y el trabajo.

a) Hipótesis integradora o de la continuidad.
Considera que las actividades seleccionadas para el tiempo libre serán congruentes con el tipo de trabajo desarrollado, la persona preferirá dedicarse durante el ocio a actividades semejantes a las laborales.
Según esta hipótesis, las personas que utilizan en el trabajo sus facultades intelectuales en el ocio tenderán a dedicarse a la lectura, actividades educacionales y culturales; existe en este caso poca diferencia entre lo que se hace en el trabajo y en el ocio y la persona es coherente en el ejercicio de sus facultades en diferentes medios.
b) Hipótesis segregadora o de cambio de actividades
Considera el trabajo y el ocio como esferas contrapuestas; el ocio debe proporcionar oportunidades para el cambio, el desarrollo personal y el equilibrio en actividades que no se ejercen en el trabajo.
Este sería el caso del deporte activo en el trabajador intelectual o el del coleccionismo en el trabajador manual.
Trabajo y ocio se sitúan en los extremos de una escala y su alternancia proporciona equilibrio a la persona.
Los estudios empíricos sobre tipo de actividades y trabajo abonan ambas hipótesis: existe continuidad entre actividades de ocio y trabajo, pero también alternancia, aunque las variaciones entre individuos sean elevadas.
Debido a la falta de evidencia sustancial en una dirección definida trabajo-actividades del ocio, ha surgido la hipótesis de la neutralidad, que defiende la falta de conexión entre trabajo y actividades del ocio.
Según este enfoque la relación no resulta tan sencilla; el tipo de actividades del ocio resulta parecido a la elección del trabajo, lo que no puede atribuirse a un solo factor (preferencia de la persona, tipo de educación recibida, personalidad) sino que es el resultado de un juego de factores complejos en interrelación entre los cuales, se encuentran:
.antecedentes personales,
.apoyo familiar,
.grupos de relación,
.oportunidades reales,
.clase social,
.status familiar,
.experiencias previas,
.lugar de residencia, además de la
.formación y preferencias personales.
El trabajo ha sido durante los dos últimos siglos la realidad más importante de la experiencia humana, fuente de status social y bienestar económico, de estabilidad o movilidad social.
La reducción del tiempo de trabajo abre posibilidades de que otras experiencias, como el ocio, influencien la calidad de la vida humana pero la situación históricamente acaba de comenzar, por lo que resulta lógico que los análisis sobre el ocio sólo hayan establecido relaciones con el trabajo.
En el futuro a parte de la actividad laboral aparecerán factores nuevos que influirán en la elección del ocio.

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