martes, 17 de julio de 2007

ANATOMIA DE LA PIEL

La piel, como pared externa del organismo, defensora de alteraciones químicas, físicas y bacterianas mediante reacciones bioquímicas y fisiológicas, mantiene el medio interior del organismo, apoyada en sus tres capas constitutivas, una, superior externa, epidermis, otra, intermedia, la dermis y la interna o profunda, hipodermis; anexadas a ellas se hallan los folículos pilosos, las glándulas sudoríparas y cebáceas, los vasos sanguíneos, arterias y venas, linfáticos y terminaciones nerviosas, dadas por corpúsculos sensoriales, y las uñas.
Su irrigación sanguínea depende de la existencia de dos arcos arteriales situados, el primero, en la unión dermoepidérmica, formada por arterias de mediano calibre provenientes de la circulación profunda con vasos rectos perpendiculares a la epidermis que forman el arco arterial superficial. De éste parten pequeñas arteriolas capilares que al nivel del vértice de la papila dérmica originan el sistema venoso de retorno, el cual desemboca finalmente en la circulación venosa profunda.
El segundo arco se halla situado a nivel de la dermis. Su inervación se realiza por múltiples terminaciones nerviosas que penetran en el tejido celular subcutáneo y corren paralelas a la superficie cutánea, acompañado de receptores dérmicos.

No hay comentarios: